
Es precisamente en estos primeros km de la maratón donde Inma me dice que voy el 15º en mi categoría.
Los primeros 16 km transcurren por Ali Drive, 8 km de ida y vuelta por una carretera muy bonita llena de vegetación junto al mar, con mucho público donde se corre a gusto.
Mi zancada es fácil y fluida, me siento muy a gusto, el ritmo es de 4 minutos por km, siento que podría ir más rápido sin demasiado esfuerzo, pero decido ser cauto, se lo que me espera cuando salga a correr por la Queen K, una autopista solitaria donde el sol te aplasta con sus rayos, donde no hay público que te jaleé y necesitas sacar todo lo que tienes en tú interior para avanzar a un ritmo decente.
Al pasar por el km 16 giras 90º a la derecha para dejar el mar a tu espalda, en ese momento comienzas a subir Palani, una dura cuesta, lo suficientemente larga para dejar huella en tus músculos.
Después de subir Palani giras 90º a la izquierda y ya estas en la Queen K, la autopista que te llevará a la gloria o al infierno, una carretera llena de continuos repechos no muy duros pero que a esta altura del Ironman parecen auténticos muros.
En este punto ya estoy 5º a 8 minutos del primero.
En cada repecho el ritmo baja,4m10, 4m20, ya no puedo mantener el ritmo del principio, así todo es un buen ritmo para las condiciones climáticas de este día, aquí los km parece que tienen más de 1.000 metros y es ahora donde agradezco no haberme cebado en los primeros km de la maratón.
Voy adelantando triatletas desde el principio, pero cada km que avanzo cuesta más, las distancias entre competidores son cada vez mayores.
En el km 27 giramos a la izquierda para entrar en el mítico Natural Energy Lab, dicen que la zona más dura de todo el Ironman, es el km del 27 al 31, el calor aquí es impresionante y encima para salir del Energy Lab tienes que superar una cuesta que parece te estén agarrando de los pies y no puedes avanzar. Dicen que el que sale con fuerza del Energy Lab tiene el Ironman superado.
Yo no puedo decir que saliese muy airoso de esta olla a presión, pero me sentía contento, estaba disfrutando como nunca, ni en el más optimista de mis sueños hubiese soñado sentirme así ese día.
Al salir del Energy Lab ya estoy 2º y el primero está cerca, empiezo a soñar con conseguir el Campeonato del mundo de Ironman.
Los últimos 12 km fueron duros, pero disfruté mucho a pesar de no tener mis mejores sensaciones físicas, es difícil de explicar la sensación que tuve en esos momentos.
Me sentía como en un sueño, después de más de 8 horas de carrera me estaba dando cuenta de que estaba haciendo uno de mis mejores Ironmans, cuando hacía solo unas semanas dudaba de si venir o no venir
Fueron esos últimos km del Ironman donde recordé a todas esas personas que me mandaron mensajes de ánimo, donde recordé los malos momentos que había pasado.
Cuando crucé la meta un pensamiento golpeó mi cabeza desde dentro, “necesitaba hacer una gran carrera”, realmente en un segundo me di cuenta del riesgo que corrí enfrentándome a este Ironman en las condiciones que lo hice, en un principio salí simplemente con la idea de disfrutar, pero al cruzar la meta rompí a llorar y me di cuenta de que realmente necesitaba conseguir un buen resultado.
Allí estaba Inma para abrazarme y darme un beso con el que llevaba 9 horas soñando.
Conseguí el primer puesto de mi categoría, algo que nunca había conseguido ningún Español en la historia y si digo la verdad, todavía no me lo puedo creer.
Muchas gracias a todos los que con sus ánimos me han ayudado a conseguirlo, me he sentido muy querido tanto los días previos como los posteriores al Ironman y esa es la mejor de las sensaciones que te puede dejar una carrera.
Los puestos se olvidarán, los tiempos se perderán, pero la sensación de sentirme querido viajará para siempre conmigo.
Mahalo, aloha