domingo, 28 de diciembre de 2008

esa maldita velocidad...







Mi primera pasión en esta vida fue el mudo de los Rallyes, hasta los 25 años que comencé con el Triatlón la velocidad era lo que me mantenía vivo, llegando a competir algunas temporadas con buenos resultados.



Uno de mis sueños incumplidos siempre ha sido participar en el Rallye París Dakar, por eso cada fin de año, con el comienzo de una nueva edición de la carrera, mi cabeza se traslada a esos primeras épocas, donde vivía esta prueba con absoluta pasión.



Pongo un enlace de algo realmente espectacular, ya se que a la mayoría no os va a decir nada, pero yo aún tengo algo ahí adentro que se me enciende cada fin de año.

http://video.kenblockracing.com/flash/player/index.php?vendor_id=204&video_id=9183



sábado, 20 de diciembre de 2008

76 dias despues...


... vuelvo a dar pedales.

Han sido casi 2 horas con la bici de montaña, todo muy suavecito y con buena compañía, un día precioso, hasta el perezoso sol nos ha acompañado hoy.

Había olvidado las sensaciones que se tienen cuando se pedalea, pero me siguen gustando.

Esta semana también he vuelto a nadar, desde el Triatlón de Ibiza el 5 de Octubre no había dado una brazada y tengo que decir que eso me sigue costando.

Cada día necesito más sentir el aire en mi cara mientras entreno, no me gusta hacer rodillo, no me gusta nadar dentro de una pecera, ni correr en una cinta sin avanzar un solo centímetro.

Pero pedalear por sitios preciosos y con buen tiempo es una sensación que nunca me cansa, así como correr y nadar en el mar.

Bueno, pues eso, que hoy comienzo la nueva temporada...

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Una picadilla


Ayer era el tercer día que corría después de la maratón, 3 salidas de entre 20 minutos y media hora, todo a trote cochinero.

Ayer corrí con Inma, los dos de charleta, raja que te raja, que si bla, bla, bla,,,, que si yo no se que, que si tú no se cuanto,,,,, etc, etc,

Pues entre bla, bla, bla y que se yo,,,, como buen Bilbaíno salio de mi boca un "¿que te apuestas a que...?" y la apuesta en cuestión era a que bajaba de 3 minutos en un km así, según íbamos corriendo en ese momento.

Como estábamos corriendo en un circuito que tenemos medido cada km, en cuanto pasamos por el citado km salgo disparado como si me persiguiera Lucifer.

Salgo con mucha chispa para impresionar, a los 50m de empezar ese km giro a derecha de 90º, casi seguido otro giro de 90º pero ahora a la izquierda, ya solo queda una recta de 800 metros... a falta de 500 metros tengo que aflojar porque las piernas me arden, se nota la falta de entrenamiento y consciente de que la apuesta no tenía ningún sentido y además mis sensaciones eran de correr sobre 3m 25sg, está claro que la apuesta estaba perdida desde antes de empezar.

Sigo a ritmo ligero pero sin sufrir demasiado, para por lo menos no perder el esfuerzo del principio y hacer un km decentillo.

Ya solo quedan 150 metros y como he recuperado un poco vuelvo a apretar para ganar esos segundillos que me van a valer para fardar delante de mi chica, pero las piernas no están al 100% y tengo que volver a aflojar antes de llegar al final.

Por fin termino ese mil y con el la apuesta, el reloj hace sonar un "bib" y mi mirada busca impaciente esos números, me cuesta enfocar la mirada, es lo que tienen los años, en estos detalles la edad no perdona.

3 minutos y 2 segundos es lo que marca, mecaguenlaputa !!!!!!!!

He perdido la apuesta por falta de confianza y como en las apuestas no hay segunda oportunidad, habrá que esperar a la siguiente...

lunes, 15 de diciembre de 2008

70 dias y 70 noches


Ese es el tiempo que llevo sin nadar y sin pedalear, sino cuento una excursión con la bici de montaña con mis compañeros del parque.

Desde que comencé a hacer deporte nunca había estado tanto tiempo sin hacer esas dos cosas, la preparación de la maratón ha hecho que me olvidase por un tiempo de mi condición de Triatleta y ahora es el tiempo (meteorológico) y la desiria los que hacen esa función.

No se hasta cuando se puede alargar esta situación, pero la verdad es que tampoco me preocupa, de momento el cuerpo no me pide pedales ni brazadas, solo hecho de menos los buenos ratos que pasaba en la piscina con mis compañeros de entreno.

Estoy esperando a que salga el sol, porque para mi el sol es energía, lo necesito para vivir tanto como el aire.
La foto es mía y la hice el último día que vi el sol, hace ya mucho, mucho tiempo...

viernes, 12 de diciembre de 2008

Parece que se ve un claro...

Hoy a amanecido un día de mucho frío, 2º a las 6 de la mañana de camino al parque, es el primer día que parece que no va a llover desde el 27 de octubre.
A mi Aita le han dado el alta y ya está en casa.
Yo ayer corrí por primera vez sin dolor en el soleo, después de la lesión de Donosti.
Sigo sin Internet en casa, pero eso a quien le importa?, a mi no, desde luego...

jueves, 4 de diciembre de 2008

Gracias a todos

Lo primero y más importante dar las gracias a todos los que os habéis acordado de mi estos días.
No puedo escribir nada porque se me ha estropeado Internet en casa, me paso mucho tiempo en el hospital con mi padre y si no estoy allí estoy pensando en mil cosas.
Desde el viernes pasado no había visto nada de los mensajes y hoy al leerlos he flipado un poco, de tantos mensajes positivos, muchas gracias de verdad.
Prometo volver en cuanto mi vida vuelva a la calma, han sido muchas emociones seguidas.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Maratón Donosti







Se terminó, que pena, con lo bien que me lo he pasado.

Para contar lo sucedido en la maratón, no creo que simplemente importe lo sucedido durante esos 153 minutos del domingo 30 de noviembre, la verdadera maratón comenzó una tarde de verano en mi casa cuando Esteban Monje me dice "¿corremos la maratón de Donosti?" y yo que en ese momento estaba despistado le contesto que si, sin pensar muy bien en lo que estaba contestando.

A partir de ahí entrenamientos, ilusiones, frío, dolor, cansancio, euforia, disfrute, ánimos, descanso y por fin se acerca el gran día.

Los días previos a la carrera no fueron mis mejores días, pensando incluso el día antes en no acudir a la cita, ingresos hospitalarios, operaciones de urgencia y muchas horas en la sala de espera de un hospital pendiente de mi padre estaban poniendo a prueba mi capacidad de saber asumir las cosas que la vida nos va presentando cada día.

Al final estoy en la salida y suena un disparo que indica que debemos ponernos a correr sin pensar en nada más que los km pasen lo más rápido posible.

Me coloco en el grupo de 2h30 desde la salida, la liebre marca el ritmo y todos los que estamos en ese grupo nos limitamos a seguir el ritmo que marca, pero la primera sorpresa es que la liebre va lenta, pasamos el km 10 en casi 36 min y encima se hecha a un lado y nos deja solos, cuando había anunciado que llegaría hasta el km 30.

A partir de ahí se aceleró el ritmo y el grupo que en un principio era muy numeroso se redujo considerablemente, aún así me sorprendió ver un grupo tan grande (podíamos ser más de 40 corredores).

Los km pasaban, yo no me encontraba muy cómodo, me costaba más de lo que esperaba seguir ese ritmo, quizás por el frío y el viento, pero a medida que pasaban los km el grupo se reducía y yo seguía ahí.

Por la media maratón pasamos en 1h15m 36sg, un buen paso para lograr la marca de 2h30, yo me encontraba un poco mejor a pesar de que el ritmo del grupo no era uniforme, hacía mucho viento y cuando entraba de cara el grupo se frenaba mucho, pero cuando era favorable el ritmo se aceleraba considerablemente.

Por el km 28 pasamos en 1h40m06sg, el ritmo perfecto para lograr el objetivo, de ahí al 32 la media fue de 3m37 un poco lento, los siguientes 2 km a 3m42, perdiendo muchos segundos.

Estábamos en el km 34 y el ritmo bajaba mucho, parece que había miedo, que las fuerzas estaban justas, así que decido marcar yo el ritmo y el siguiente km (km 35) lo pasamos en 3m25, el grupo se rompe en pedazos y yo me voy con otro compañero solos por delante del grupo, km 36 y 3m31, llega el km 37 y lo paso en 3m24, voy bien pero el viento es muy fuerte y veo que el grupo compacto también han acelerado el ritmo por que vienen a escasos 15 metros detrás de mi, así que decido esperar un poco para resguardarme del viento, ese km que ya es el 38 lo paso en 3m42.

En el km 38,5 está el último avituallamiento, allí está Inma animándome a tope, voy bien de fuerzas y muy motivado, en ese momento me doy cuenta de que las 2h30 ya las tengo en el bolsillo, así que marcho feliz y contento por lograr mi objetivo.

El grupo es ya muy pequeño, unos 10 o 12 corredores, cuando de repente al girar en una esquina camino del km 39 me encuentro cara a cara con el destino que me dice: " a donde vas?, que te crees que preparando tú primera maratón en solo 6 semanas vas a lograrlo tan fácil?, venga chaval, no seas iluso..."

Así que en el km 39 en una de mis zancadas, mi pie derecho vuelve a tocar el suelo una vez más, empuja hacia atrás e impulsa fuerte para elevar y hacer avanzar mi cuerpo hacia la meta. Es algo que había hecho esa mañana más de 12.200 veces, pero justo cuando estaba impulsando sentí un dolor tremendo en el gemelo, impidiéndome correr con normalidad e inmediatamente me paré.

Estiré e intente seguir corriendo, pero era imposible, mientras veía como el grupo que tantos km me habían acompañado se alejaba, mis aspiraciones por las que llevaba luchando más de 2h desaparecieron en un solo segundo.

Seguí como pude, cojeando y parando a estirar a ver si se pasaba, pero nada, ahora el objetivo era llegar a cruzar la meta, solo eran 3 km, pero serían los más duros, km 40 en 4m37, el 41 en 4m28 y el 42 en 4m56, por fin entro en el estadio y cruzo la meta de mi primera maratón, 2h 33 min.
Allí estaban todos mis compañeros de grupo esa mañana, todos en 2h30, contentos y felices y yo igual de contento pero cojo.
Pero la maratón no termina al cruzar la meta, la maratón terminó esa tarde en una cafetería del paseo de La Concha, en el peine de los vientos, tomando una infusión con el verdadero culpable de toda esta experiencia, Esteban Monje.
Muchas gracias Esteban, por embarcarme en este viaje...
a Alix, por mantenerme motivado y dejarme esas pedazo de zapatillas que fueron genial
a Jordi, por tratarme tan bien antes de la carrera
a Jaione, por esas comidas tan ricas y por ser como es
a Cabanillas por ayudarme a conseguirlo
a todos los que me habéis motivado en este blog, porque sin saberlo me habéis ayudado mucho
y a Inma, por todo...