Uf, que difícil es contar las cosas cuando no salen como esperabas...
Lo mejor será empezar por el principio y creo que el principio estuvo en el lunes antes de la carrera, ese fue el día que me pillé algún virus que me atacó al estómago.
Hasta el jueves estuve bastante jodido, con el estómago revuelto, sin hambre, cansado y desmotivado, pero para el viernes ya me encontraba un poco mejor, así que el sábado me cargué de energía, motivación y optimismo de cara al domingo.
El día de la carrera amaneció nublado, algo diferente a los dos años anteriores, la natación se hacía en el sentido de las agujas del reloj, también diferente a los dos años anteriores, parecía que algunas cosas estaban cambiando con respecto a los otros años.
Primero salieron las chicas y 10 m más tarde el resto, o sea los chicos, yo comencé nadando como es habitual en mi a un ritmo tranquilo, 3.000 m son muchos metros para hacerlos a tope, por lo menos para mi.
La natación fue bastante limpia, sin golpes, las boyas se veían de maravilla y el agua estaba más tranquila que en una piscina, mis dos vueltas fueron iguales en cuanto al tiempo empleado, cuando salí del agua vi más o menos a los de siempre, parece que nos ponemos de acuerdo para nadar juntos.
Me monto en mi preciosa Argon18 Mercury y comienzo a cabalgar en solitario, 82 km me esperan, voy remontando con buenas sensaciones, nadie de los que sobrepaso me sigue, esa es una buena señal, los km pasan rápido, este es un circuito precioso, de los que se disfrutan, se rueda muy rápido y de vez en cuando un repecho para cambiar un poco la postura y otra vez a 45-50 por hora, que gusto !!
Voy comiendo cada 30 minutos, pero todo lo que como, se me viene a la boca al poco tiempo de tragarlo y tengo que escupirlo, eso no me gusta nada, pero sigo con buenas sensaciones.
Sobre el km 65 veo a tres que marchan 1 minuto por delante de mi, les voy recortando, pero a partir de ese km ya no les recorto tiempo y solo les logro mantener esa diferencia, el cansancio se nota en las piernas y las sensaciones ya no son las mismas, al final de la bici ya llegando a la segunda transición logro coger a Nacho Manzaneda que era uno de esos tres que se resistian.
Hago la Transición tranquilo, me pongo calcetines, bebo, pillo unos geles para toda la carrera y comienzo tranquilo como el año anterior que me fue tan bien.
Pero este año hay muchas cosas que estaban cambiando, no solo las nubes de la salida y el sentido de la natación, mis sensaciones no eran muy buenas al comenzar a correr.
El año pasado a pesar de comenzar tranquilo, pasaba gente y remontaba puestos facilmente, pero este año algo estaba pasando.
Al principio era una falta de fuerza, sensación de mucho cansancio, pero más adelante empezaron las sensaciones de vómito, los retortijones en el estómago, hasta el punto de tener que parar a andar un rato a ver si se pasaban, pero nada.
La primera vuelta la completo en casi 43 minutos, el año pasado la di en 37 minutos (el circuito era exactamente igual), pero lo peor estaba por llegar, la segunda vuelta fue un infierno, los km eran eternos y yo cada vez me sentía mucho peor, ya me daba igual el puesto, el tiempo y todo, solo quería llegar a meta y descansar.
Sobre el km 15 me pasa Inma y un rato va animándome, pero lleva cerca a una competidora y no puede estarse mucho, así que sigue para adelante y yo casi arrastrándome consigo llegar a meta después de estar casi 1 hora para recorrer esos 10 km, el año pasado esa última vuelta la hice en 35 minutos remontando hasta el segundo puesto detrás de Eneko, sintiéndome volar, este año me sentí morir.
Ahora a recuperarse bien a ver si puedo ir a Ibiza a sacarme la espina y sobre todo la maratón de Donosti, aunque solo de pensarlo se me ponen los pelos como escarpias.