Este año las pruebas de Larga distancia no se me están dando muy bien, salvo Elche todo han sido fiascos, unos más que otros, pero fiascos.
La historia de Ibiza comenzó hace 20 años, cuando un Americano de Texas hacía las delicias en el mundial de motociclismo, se llamaba Kevin Schwantz y siempre corría con el dorsal 34, desde esa época ese número se quedó grabado en mi memoria.
Pues este año en Ibiza ese número lo llevaba yo, así que no podía fallar, el resultado podía ser mejor o peor, pero debía luchar por conseguir lo mejor.
Todo dispuesto para la salida, la verdad es que viendo el circuito de natación asusta, hay que dar dos vueltas por detrás de una isla que se ve muy lejana, pero claro es que 4 km nadando son muchos metros...
Desde la salida se nada bien sin golpes, es lo bueno de salir poca gente y con una salida amplia, yo a los pocos metros de salir pillo los pies de Nico Peter Ward, así que como se que suele salir un poco delante de mi voy contento por que esos pies me garantizan una buena natación.
La transición me la tomo con calma y todos con los que he salido del agua se me van, pero no importa esta prueba es larga y lo importante es ir a tú ritmo, que es lo que yo hago.
La bici transcurre por buenas carreteras, practicamente no necesito quitarme del acople, el circuito es muy rápido y los km pasan que ni te enteras.
Al final de la bici ya con algo de cansancio, sobre todo por mantener una buena postura aerodinámica consigo dejar la bici en 3h15´ a una media de 37 km/h, sobre el puesto 20º.
Ahora solo queda correr 30 km y ya está, se termina la temporada de Triatlón, pero ¡¡ que 30 km !!, continuas subidas y bajadas con grandes desniveles.
Los primeros km tengo algún malestar en el estómago y por un momento pienso que puedo volver a tener los mismos problemas que me vienen persiguiendo todo el año, pero no, solo ha sido una sensación pasajera, enseguida me empiezo a encontrar bien.
Voy remontando puestos, con buenas sensaciones a pesar del duro circuito, los km pasan y yo a penas decaigo, mientras comienzo a ver a la gente muy tocada y sufriendo más de lo habitual, parece que el circuito estaba empezando a pasar factura a más de uno.
A mi la última vuelta me sobró, pero imagino que como a casi todos. Al final casi consigo entrar en el top-10 después de marcar el 4º parcial de carrera.
Después de todos los malos momentos que he pasado esta temporada en Zarautz, Vitoria y Sanabria, me quedo super contento, por haber recobrado las buenas sensaciones, que ya pensaba no volver a tener nunca.
Parece ser que la superstición funciona o por lo menos a mi este dorsal 34 me dio suerte, gracias kevin...