Esta es la mejor forma de ahorrarnos unos watios de esfuerzo y ganarle segundos al tiempo.
En mi época de piloto aprendí que el que menos frenaba llegaba antes a la meta.
Para no tener que frenar en exceso en las curvas hay que hacer una buena trazada desde antes de llegar a la curva, una buena colocación y una frenada justa, luego tumbar la bici lo suficiente para vencer la inercia a la vez que hacemos una buena distribución de pesos.
Cuanto más bajo sea el centro de gravedad más estable será nuestra bicicleta.
La salida de la curva también es importante, en este momento de la salida de curva nos daremos cuenta si hemos apurado al límite la velocidad del paso de la curva.
Todo esto debería hacerse con un grado de seguridad muy alto, yo diría que por encima del 90-95 %.
Para tener esa seguridad hay que entrenar las bajadas, cogiendo confianza poco a poco, llevar el material en perfectas condiciones y si se puede reconocer los circuitos.
2 comentarios:
Yo, como soy una patata pinchada en un palo bajando, cuando voy a reconocer un circuito me gusta fijarme más en la bajadas que en las cuestas. Hacia arriba no hay problema, para abajo si.
Yo también soy de los que toman buena nota de las bajadas, en las subidas no hay mucho que recordar, a tope y punto.
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